La escolaridad de hoy va en franco deterioro de la alegría de trabajar y crear. Enseña a los alumnos a ser pacíficos esclavos de una pirámide que mide todo en base a intereses de los políticos de turno y de los empresarios. El problema es que no les sirve siquiera a ellos. Es un clientelismo coyuntural el que manufacturan con el curriculum que trata de que todos sean engranajes a medida perfecta para un sistema que no lo soporta por su constante evolución.

Como dijo el educador de 26 años de experiencia y varios premios en su área, John Taylor Gatto: "La escolaridad es una sentencia de doce años de cárcel donde los hábitos son el único curriculum que se aprende en realidad." http://www.johntaylorgatto.com/bookstore/dumbdnblum1.htm

La alternativa necesariamente a ser aplicada es la de guiar al estudiante en lo que le gusta. No necesitamos enseñarle. Aprenderá lo que necesite aprender. Solamente necesitamos darle un concepto básico de lo que quiere investigar y mostrarle cómo buscar ese conocimiento. El resto se lo dejamos a él. ¿No aprendemos rápidamente las cosas importantes de la vida (como comer, hablar, caminar y amar) de esa forma?