Esto es una "transcripción" de una presentación "ideal" (es decir, en acuerdo con los planes) de la charla que lleva ése título.

Se sugiere leer acompañando las diapositivas. En el PDF hay enlaces en imágenes y términos para leer más.


Software Libre: Libertad, Autonomía, Soberanía

Soy Alexandre Oliva, activista del Movimiento Software Libre, del Proyecto GNU y de FSF América Latina.


Resumen

Voy a discutir el control de la informática, compartir un breve historial del software dominante (hay un doble sentido ahí), y pronto hablar de la libertad de software para los usuarios, los gobiernos y la educación.


Control de la Informática

Yo entiendo que sea importante su informática, así que es importante entender y preocuparse de quien la controla.

Es decir, ¿quién le provee las instrucciones que cumplen ciegamente los procesadores? ¿A quien sirven los algoritmos codificados en esas instrucciones? ¿Quién le da los comandos para que su computadora corra los programas que contienen esas instrucciones y esos algoritmos?

¿Esa configuración le parece compatible con su libertad, con su autonomía?

Y si hablamos de la informática del estado, del gobierno, ¿esa configuración le parece compatible con la soberanía de la nación, con la democracia?


Breve Historial del Software

Los primeros programas los escribían sus propios usuarios. Los corrían en computadoras muy pesadas (eso va cambiando con el tiempo), compradas de la industria de TI, para automatizar sus cálculos científicos y militares.

Esas computadoras eran diseñadas para recibir y cumplir las instrucciones y los comandos de sus usuarios.

Pronto empezó la industria a ofrecer también servicios de desarrollo de software. Y eso no estaba mal: los usuarios recibían de ellas las instrucciones legibles, lo que llamamos código fuente. Podían cambiarlas e incluso cambiar el proveedor de esos servicios. Es decir, los usuarios controlaban su propia informática.

Ése modelo ético de desarrollo comercial de software sigue muy común, pero no es muy visible, porque típicamente los programas desarrollados así sirven a un único usuario corporativo.


Industria del Software Dominante

Pero surgieron las computadoras personales, y la industria de TI deseaba vender los programas a muchos usuarios. Empezaron a venderlos bajo licencias restrictivas y con instrucciones secretas. Limitaban las opciones disponibles para los usuarios a través de menúes, que usuarios ya no podrían cambiar.

Los usuarios seguían dando los comandos a las computadoras, pero a veces las instrucciones de la industria eran para que las computadoras rechazaran unos comandos de los usuarios.

Es decir, los programas ya no servían a los usuarios, sino a la industria que los hacía. Por eso los llamo "dominantes": se volvieron más ubicuos, y también más controladores.

Y así todo se queda listo para la siguiente etapa de la toma del control.


Control Remoto

La industria de TI empieza a darle comandos e instrucciones remotos a las computadoras, ahora portátiles, para imponer términos y condiciones más restrictivos a los usuarios.

Lo que eran licencias restrictivas, es decir, permisos demasiado limitados, se volvieron contratos restrictivos. La A de EULA es de "acuerdo". Va más allá de los derechos exclusivos reservados al autor, y que por lo tantonecesitan ser licenciados, así que pueden imponer restricciones y obligaciones arbitrarias no relacionadas a esos derechos y permisos.

La industria empieza a imponer actualizaciones, a veces automáticas. Aunque quizás traigan nuevas funcionalidades, también traen nuevas limitaciones, y pueden traer nuevos términos y obligaciones.

Eso me parece muy peligroso. Si sus datos están almacenados en su computadora en formatos secretos, que requieren un programa específico para decodificar, ¿qué hacer si ya no está permitido correr una versión anterior, y la nueva impone limitaciones u obligaciones inaceptables?

Si no las acepta, ya no podrá acceder a sus datos, es decir, la industria les puede secuestrar sus datos y hacerlos rehenes, para tratar de usar el poder que conquistó a través del control sobre sus datos, sobre su informática, para imponer control sobre su vida digital.


Capitalismo de Vigilancia

Llegamos al presente: los usuarios ya son inseparables de sus computadoras móviles.

Cuando yo era niño, móviles eran juguetes colgados sobre la cuna de los bebés para entretenerlos.

Hoy son más como las telepantallas del 1984 de George Orwell, pero portátiles como las tobilleras electrónicas (las que utilizan quienes deben guardar arresto domiciliario). Se llevan en los bolsillos para monitorear y mantener prisioneros a los que entretienen y/o que se obliga a usarlas.

Corren típicamente malware, es decir, programas con funcionalidades maliciosas, cuyas funciones más visibles son pretexto, cebo para que usuarios suban sus datos a la nube (es decir, computadoras ajenas, bajo control de la industria de TI) y les den su atención a la propaganda.

La industria usa sus datos para saber qué les interesa, y cuando están más susceptibles y vulnerables para presentarles anuncios comerciales.

Otro sentido de "propaganda" es noticias falsas, que usan para hacerles más susceptibles y vulnerables, para influenciar no solamente el éxito de los anuncios en convencerle a comprar algo, sino también su comportamiento, sus pensamientos, sus posiciones y opiniones políticas.

Es decir, usan el control sobre su vida digital para controlar también su vida analógica.


Injusticia Intolerable

Se nota que a cada etapa del historial se incrementó el yugo de la industria de TI sobre los usuarios. Mientras se le daba más control, más poder, lo usaba para conquistar más control y más poder aún.

Ya les dice que ése software no les sirve a los usuarios, ya que sirve a la industria. Pero hay un doble sentido ahí: no sirve porque, para los usuarios, es basura, hay que tirarlo.

Es software privativo de libertad, una injusticia intolerable porque usuarios merecen la libertad, en la vida digital así como ya hace mucho se ha entendido que la merecen en la analógica; en la vida privada como en la pública, incluso en la administración pública.

Con la creciente importancia de la informática en la vida, la libertad de software se ha vuelto esencial como los otros derechos humanos, ya reconocidos y establecidos, como la libertad de expresión, la de prensa, la de asociación... Lo que pasa es que esas libertades forman como que un arco de piedras. Si una piedra se rompe y cae, caen todas. Así que hay que entender qué es la libertad de software, y defenderla.


Libertad de Software

Tiene cuatro componentes: son las libertades esenciales para que un usuario pueda controlar su informática y preservar su autonomía:

  • la de ejecutar el programa para cualquier propósito;
  • la de estudiar las instrucciones legibles (el código fuente), para saber qué hace el programa, y cambiarlo para que haga lo que desea;
  • la de hacer copias del programas y distribuirlas, sea compartir, regalar o vender, cuando lo desee;
  • la de mejorar el programa y aportar los cambios cuando lo desee, a una comunidad, quizás a toda la sociedad.

Son libertades, no obligaciones. Es deseable que se aporten cambios a la comunidad, y tiene sentido hacerlo para evitar tener que mantenerlos solo, pero si no lo desea hacer, es su libertad. Son libertades de cada usuario solo, y libertades colectivas de cada comunidad.

Si no desea o no sabe estudiar el código fuente, no está obligado a hacerlo. De hecho, se puede solicitar ayuda a alguien en quién se confíe para que lo haga, y se puede pagar por esa ayuda, lo que frecuentemente se llama "soporte comercial".

Para que pueda obtener ayuda en mantener el control de su informática, es esencial que pueda darle una copia del programa a quien le va a ayudar (#2), para que pueda estudiar el código fuente y cambiarlo para que haga lo que desea usted (#1), y entonces aportarle la versión modificada (#3) para que pueda el usuario ejecutarla para el propósito que deseaba (#0). Si hace falta cualquiera de las libertades esenciales, esa dinámica ya no funciona.

Pero a diferencia del soporte comercial en los programas privativos, que son siempre monopolios porque solamente sus "dueños" pueden cambiarlos, los servicios de soporte y desarrollo comercial de software, bajo control de los usuarios, impiden la formación de los monopolios mientras respeten sus libertades.

Los prestadores de servicios así operan en régimen de "coopetencia", es decir, una mezcla de cooperación en el desarrollo en comunidad y competencia por los clientes que pagan por los servicios. Resultan libres los usuarios, el software, y el mercado de servicios.


Gobiernos

Los gobiernos nacionales deben defender la soberanía de sus naciones, y eso no es compatible con la sumisión a la industria de TI.

Los gobiernos democráticos deben también tratar de defender la democracia, respetar la soberanía colectiva de los ciudadanos, y eso tampoco es compatible con la sumisión del gobierno, del estado, ni de los propios ciudadanos al control por la industria de TI.

Deben observar y defender la transparencia, que no es compatible con los secretos comerciales que trata de imponer la industria de TI privativa de libertad.

Deben preservar y defender la intimidad de los ciudadanos, cuyos datos legítimamente recaudan, almacenan y procesan, lo que tampoco es compatible con entregar al control ajeno la informática del estado, del gobierno, ni los datos de los ciudadanos.

Pueden y deben invertir en desarrollos libres para sus propias necesidades informáticas.

Pueden y deben colaborar en ellos con otras naciones, ciudades, pueblos: muchos tienen necesidades comunes y similares.

Pueden fomentar la traducción y la adaptación de programas que ya existen (libres, por supuesto) a las necesidades locales, incluso para idiomas que a la industria de TI no le interesan.

Pueden darle preferencia a compañías locales (que respeten las libertades) para que hagan esos servicios, al revés de invertir los recursos para beneficios de compañías extranjeras.

Deben evitar usar o imponer software exclusivo, el opuesto de inclusivo. Sitios y aplicaciones que requieren tobilleras electrónicas, es decir, las telepantallas móviles, son frecuentemente inaccesibles, porque no son libres: no pueden ser adaptados a las necesidades particulares y específicas de los ciudadanos.

Sin embargo, sitios y aplicaciones con código privativo, exclusivo e inaccesible son muchas veces impuestos, por gobiernos y por compañías públicas y privadas, como condición para que los ciudadanos puedan acceder a servicios esenciales, o como obligación accesoria para que ciudadanos y compañías puedan cumplir otras obligaciones legales. Veo grandes problemas ahí.


Educación

El objetivo mayor de la educación es la formación de ciudadanos, basada en los principios de la ética y de la libertad. Eso no es compatible con adiestrarlos para la dependencia, que es lo que buscan las compañías cuando les ofrecen a los estudiantes y a las escuelas "regalos" privativos de libertad.

Hay que tratar de socializar a todos los estudiantes ciudadanos, enseñarles a cooperar y a compartir, dándoles buenos ejemplos. Pero traer al entorno de la educación software que no se pueda compartir con los estudiantes, eso no es buen ejemplo. Traer software que no se puede enseñar cómo funciona, porque es secreto ajeno, porque prohíbe que profesores y estudiantes traten de aprender cómo funciona, eso no es compatible con la educación.

Hay, al contrario, que enseñar a los estudiantes, a los ciudadanos, la importancia de valorar la libertad, cómo defenderla a través del control de la informática, para que no la cedan y no sean controlados.


¡Muchas gracias!

Agradezco por su atención y por su interés y apoyo al Software Libre; a nuestro Movimiento Político y Social; al Proyecto GNU, que hace casi 40 años desarrolla y mantiene el único sistema operativo con el propósito expreso de que los usuarios podamos usar computadoras en libertad; y a la red internacional de Fundaciones para el Software Libre, incluso la de América Latina, FSFLA, de la cual formo parte. Trabajamos para promover y defender las libertades y derechos de usuarios y desarrolladores de software.

A veces percibimos que con solo un paso no logramos alcanzar la libertad deseada. Pero ¡no desanimemos! Aunque no la alcancemos con ése paso, si lo tomáramos en otras direcciones, podríamos alejarnos de ella, y resultaría más difícil alcanzarla después. Pero si con ése paso nos acercamos, quizás el siguiente paso la alcance. El camino puede ser largo, entonces tratemos de no alejarnos, sino de acercarnos, para que ¡seamos libres!